En cien años, la sociedad barcelonesa y la catalana en general han cambiado mucho, tanto ideológicamente como, sobre todo, en lo que a condiciones de vida se refiere. La lucha de clases ha pasado a la historia. Naturalmente, siguen habiendo diferencias sociales -y no pocas-, pero no son tan abismales como haceun siglo, cuando, para empezar, el cuarenta por ciento de la población era analfabeta. La clase media, con toda la ambigüedad inherente a este concepto, ocupa hoy un lugar central y mayoritario. La conflictividad por razones económicas ha disminuido muy notablemente. Pese a estar inmersos ahora mismo, en el año 2009, en un proceso de crisis económica galopante, con un paro que se acercaal veinte por ciento de la población ocupada, en las calles se respira tranquilidad y seguridad. Hoy hay pobreza, pero no miseria. Nadie se muere de hambre. Y si nos fijamos en el terreno ideológico, la distancia resulta igualmente destacable. El anticlericalismo que animó la Semana Trágica es hoy una caricatura de lo que fue. Los barceloneses del siglo XXI son hijos de la secularización que ha afectado a la sociedad occidental a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Pese a que en Cataluña el franquismo alargó la influencia de la Iglesia, hoy el catolicismo está en franca retirada y la religiosidad, en general,es un asunto circunscrito a la esfera privada. La entrada de nueva inmigración musulmana quizás ha alterado este panorama, pero parece difícil que la sociedad occidental, y Barcelona y Cataluña en concreto, puedan dar marcha atrás enel aspecto religioso. INDICE: El anticlericalismo en España. El problema catalán en la estructura de la política nacional. Preludio a la semana trágica: mayo a julio de 1909.La semana trágica. Conclusiones.
- ISBN: 978-84-6664-186-9
- Editorial: Ediciones B
- Encuadernacion: Cartoné
- Páginas: 958
- Fecha Publicación: 01/06/2009
- Nº Volúmenes: 1
- Idioma: Español