El anhídrido carbónico es un gas muy escaso –y valioso– en la atmósfera: sólo el 0,038% de ésta es CO2, mientras que el oxígeno representa el 20,86%, casi 550 veces más. Los seres humanos producimos cuarenta mil millones de toneladas de CO2 cada año, pero las plantas necesitan cincuenta mil millones al año. Es decir, devolvemos a la atmósfera menos CO2 del que las plantas necesitan para sobrevivir. Si nuestra producción de CO2 se ajustara a la política de “cero emisiones” –meta propuesta por los ecologistas–, todos los bosques de la Tierra desaparecerían por falta de CO2: los árboles y las plantas simplemente no tendrían qué respirar. Cobrar un impuesto por comprar gasolina o gasoil, y otro por producir CO2, es como cobrar un impuesto por comprar pan, y otro por comerlo: un auténtico disparate.
- ISBN: 9788419349132
- Editorial: HOMO LEGENS, S.L.
- Encuadernacion: Rústica
- Páginas: 204
- Fecha Publicación: 19/10/2022
- Nº Volúmenes: 1
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